Sri Sri Guru Gaurangau Jayatah

Atado por el afecto

Mi llegada al Math - Sri Nrsimha Chaturdasi, 1947

Su Divina Gracia Srila Bhakti Sundar Govinda Dev-Goswami Maharaj reflexiona sobre los eventos relacionados a sus primeros días en el Sri Chaitanya Saraswath Math bajo los pies de loto de Su Divino Maestro, Srila Bhakti Raksak Sridhar Dev-Goswami Maharaj. Esta charla fue dada en el Math de Nabadwip, a 50 años de haber ocurrido aquellos eventos.

El lugar de mi nacimiento fue Bamunpara, conocido en tiempos anteriores como Brahmanpara, tal y como ustedes se dieron cuenta recientemente durante su visita. Estudié en la escuela del pueblo y más tarde asistí a la escuela de Putsuri. En ese entonces mi padre vendió la propiedad de Bamunpara y compró una nueva casa en Rangpur, por lo que nos mudamos a ese distrito. Mi tío materno y su familia vivían a Rangpur. Ellos eran muy ricos e invitaron a mi madre y a mi padre para que se establecieran allí. En ese tiempo las tensiones políticas estaban intensificándose hacia una inevitable división entre India y Paquistán, la cual eventualmente ocurrió en 1947. Luego, mi padre murió en Rangpur, y mi familia y yo regresamos a mi nativa Bamunpara.

La responsabilidad de mantener a mi familia recayó en mí. A fin de hacerlo fue necesario que recibiera entrenamiento y aprendizaje en algún tipo de profesión. Así que fui para que me entrenaran en un pequeño dispensario que estaba combinado con un hospital de beneficiencia. No sé si todavía existe. Ahí los doctores y las enfermeras eran muy escasos. Atendían un solo doctor y una enfermera, y también yo.

En esa época era una ley no escrita el que, si recibías de cinco a diez años el entrenamiento de un doctor, se te aceptaba por propio derecho como un doctor. Así que, con ese propósito, iba diariamente a dos distintos dispensarios, situados a dos kilómetros el uno del otro. En cada sitio, abría el dispensario, tras lo cual alguien llegaba, limpiaba y preparaba todo para el día de trabajo.

Cuando el doctor llegaba y atendía a los pacientes, yo aprovechaba esa oportunidad para divertirme e ir a jugar futbol. Esa era mi rutina diaria. Algunas veces regresaba al hospital y otras, regresaba a la aldea de Nadanghat donde permanecía en la casa de un gran zamindar. Él era un gran terrateniente, y, por lo tanto, muy rico. Yo le simpatizaba a él y a su familia. Era mi buena fortuna que en todas partes le simpatizaba a las personas. Nadanghat se encuentra situado a 12 kilometros de Nabadwip y a 15 kilómetros de Bamunpara.

Tras de jugar futbol en las tardes, descansaba junto con mis amigos y tomaba una cena, la cual a menudo incluía channa (requesón frito) y sak (espinacas). Luego, regresábamos juntos a la casa de ese gran zamindar, para leer. En aquellos días yo leía novelas, y frecuentemente en las noches me dormía en el cuarto de lectura.

Atraído a los sadhus

Un día llegó un grupo como de cuatro o cinco sadhus provenientes de este Math. Los vi por primera vez a eso de las 7.30 de la tarde. Cantaron kirtans y después dieron una charla sobre el Srimad-Bhagavatam. Me sentí atraído por ellos. Uno de los sadhus parecía ser especialmente excelso. Tenía un cuerpo muy santo. Mientras él estaba ofreciendo una plática acerca del Srimad-Bhagavatam me hizo recordar a Srinivas Acharya, dando una charla en la asamblea del Rey Birhambir. Anteriormente había leído mucha literatura Vaishnava y estaba familiarizado con la historia del Raja Birhambir. Él fue el caudillo de unos ladrones (dacoits) antes de convertirse en discípulo de Srinivas Acharya. ¿Han escuchado de esos eventos? De alguna manera, ese excelso sadhu semejaba ser exactamente como Srinivas Acharya dando su discurso.

Había mucha gente, tal vez unas cien, escuchando su plática. Sentados entre ellos había tres o cuatro zamindares quienes me eran conocidos. Todos ellos eran ladrones (dacoits). Aunque eran ladrones, no obstante, para mí eran como mis abuelos. Constantemente bromeaba con ellos y los fastidiaba, y a veces hasta los regañaba muchísimo, y debido a ello me tenían afecto. De una forma u otra, disfrutaban del regaño que yo les daba.

Quedé muy impresionado después de escuchar la muy revolucionaria plática, bellamente expuesta por ese brahmachari. No era como las habituales charlas que daban los "gosvamis" errantes y tras escucharla me sentí muy atraído, así que regresé al siguiente día.

Yo tocaba el tambor mridanga desde muy temprana edad, y sabía cantar muy bien, de manera que poseía cierta capacidad en ese sentido. Cuando llegué ellos estaban cantando ‘Vande guroh sri charanaravindam’ , y les pregunté que si podía participar con ellos y tocar la mridanga. Se sorprendieron ante mi petición pues yo era sólo un joven aldeano, sin embargo, me dieron la mridanga y yo toqué. Ellos quedaron muy impresionados.

Por ese entonces yo tenía la posición de un cantante profesional, y esa es otra historia. Mi padre fue un muy famoso cantante profesional de canciones Vaishnavas, kirtans, etc. Él era muy famoso en ese distrito y también en otros, y a través de él yo heredé muchas canciones. Él murió cuando yo tenía 14 años. No todos sabían que mi padre, siendo un cantante profesional que dirigía un gran grupo de sankirtan, tenía que cobrar a fin de mantener ese grupo. Él pediría entre 200 y 250 rupias, lo cual era muchísimo en ese tiempo.

La tristeza de mi tío

Un día vi a mi tío sentado en la terraza llorando. Él era muy fuerte, y era un peleador de los que usan un palo. De hecho era un famoso peleador de palo, por lo tanto, era muy raro que estuviera en esa condición. Después de verlo le pregunté el porqué lloraba. Entonces él me dijo que acababan de llamar invitando a mi padre para que cantara en una función particular, pero que la persona que había extendido la invitación no sabía que mi padre ya había fallecido. Aquello había conmovido el corazón de mi tío, causándole tristeza.

Mi tío me dijo que esa persona volvería a llamar, y que él no tenía a nadie para que cantara en lugar de mi padre. Le dije a mi tío que había una solución y que aceptara la invitación. Él pareció sorprenderse, y me preguntó: '¿Quién cantará esas canciones?' Le contesté: 'Yo las puedo cantar'. Mi tío nunca antes me había escuchado cantar, y me preguntó cómo había llegado a conocer esas canciones, pues en ese entonces yo era demasiado joven para escuchar las canciones acerca de los pasatiempos del Madhurya Rasa de Sri Sri Radha-Krishna. Mi padre no me permitiría cantar esos kirtans pues me consideraba no cualificado –por ser tan joven–. No me era permitido escuchar canciones de una clase tan elevada; no obstante, yo estaba sumamente atraído a ello. Por eso, cuando mi padre iba a cantar, lo seguía y me ocultaba en un arrozal cercano donde podía escuchar esas canciones. A veces le tomaría todo un mes el atender todas las invitaciones en una aldea particular.

Yo me sentía muy inclinado hacia las canciones de Radha y Krishna. En ese entonces mi memoria era muy fresca y yo podía memorizar cada canción que él cantaba. Mi padre también daba lecciones todos los días a algunos estudiantes, mientras yo pretendía leer a una corta distancia de allí. En vez de leer yo le ponía atención a lo que él enseñaba. De esa manera, llegué a estar cualificado. Yo le expliqué eso a mi tío. Aunque quedó sorprendido, me llevó a su casa para que cantara una canción "difícil". La canté completa, y él lloró otra vez y me abrazó. Ahora, él sabía que podría tomar el teléfono, llamar y decirles: 'Sí, mi hermano no está aquí, pero el hijo de mi hermano puede cumplir con ese compromiso'.

Ello sucedió bastante lejos de aquí, a unos 30 kms. De esa forma, comenzó mi primer tarea como un cantante profesional. Después viajé a muchas aldeas y canté muchas canciones. Y así obtuve más experiencia y conocimiento.

Mi primera asociación

Después de haber visto y escuchado a los sadhus, sentí una atracción natural por ellos, y busqué su asociación. Ellos estaban muy complacidos conmigo. Me brindaron cierto Hari-katha (pláticas acerca de Krishna) y me preguntaron el porqué yo estaba jugando futbol. 'En lugar de eso ven con nosotros y platicaremos contigo'. Hasta ese entonces yo no me había asociado con sadhus. Pero, fuertemente, sentí su afecto y me encariñé mucho con ellos. De manera que dejé de jugar futbol y en vez de ello comencé a asociarme con esos devotos. Tal fue el principio de mi asociación con los sadhus.

Comenzaron por enseñarme que este cuerpo es nada, que la mente es nada, que este mundo es nada, que tu padre es nada, que tu madre es nada –que todo es nada, que sólo Krishna es la realidad y todo lo demás es material y temporal–. Un día morirás y debes estar preparado para ese momento. Cuando tomas nacimiento, sigue la muerte. Después de muerto, ¿qué harás? No sabes cuando llegará la muerte o adónde irás. En la próxima vida tu padre y tu madre pueden ser un perro y una perra. Tú no sabes quiénes serán tus próximos padre y madre. Ellos predicaban así.

Siendo yo muy joven, tenía un corazón sencillo, así que creí todo lo que los sadhus me dijeron. Ellos ejercieron una gran influencia sobre mí. Bromeando les pregunté si me llevarían con ellos. Y ellos dijeron: 'Si, te llevaremos, pero, ¿te irás con nosotros?'. Y yo respondí: '¡Sí!'.

Ya habiéndoles prometido a los sadhus: 'Sí, me iré con ustedes', intenté evitarlo, de manera que no me llevaran. Pero ellos estaban ansiosos por llevarme. De inmediato aceptaron lo que les dije.

Tras de mi súbito 'Sí', y de haber accedido a irme con ellos, me sentí muy perturbado. Nunca había mentido en mi vida. A veces pienso que mi única buena cualidad era que nunca había mentido. Cualquier promesa que hacía la mantenía, y yo había hecho una promesa enfrente de los sadhus.

Por provenir de una familia Vaishnava y por haber leído muchos libros Vaishnavas, estaba muy consciente de la historia de Nityananda Prabhu. El padre del Señor Nityananda había entregado su hijo a Madhavendra Puri, bajo la fuerza de una promesa. Yo conocía esa historia, sin embargo, traté de encontrar alguna forma de evitar la promesa que le había hecho a los sadhus. Consideraba que si los sadhus me decían que no era necesario ir con ellos, entonces, yo obtendría alivio. Sin embargo, no me lo dijeron: 'No, no es necesario que vengas con nosotros', sino que los sadhus siempre me estaban lavando el cerebro. Cada día iba a donde estaban los sadhus y ellos me lavaban más el cerebro. Regresaba al dispensario, luego al hospital, y lloraba pensando: 'Oh, ¿cómo voy a abandonar todo lo que hay aquí? Pero, se lo he prometido al sadhu , así que debo ir con ellos. ¿Cómo puedo evitarlo?

Lo consideraba de muchas maneras, pero cuando regresaba de nuevo con los sadhus, recibía más firmeza en la otra dirección: '¡Sí, debo ir!'. No obstante, cada vez que regresaba al hospital trataba de pensar cómo arreglármelas con esa obligación. Tenía muchos compromisos.

Un plan para encontrar alivio

Finalmente, de algún modo me decidí por un plan que me daría una última oportunidad de evitar el tener que ir con los sadhus. Consideré que, si modificaba mi promesa y le decía a los sadhus: 'Sí, si hoy mismo me llevan, me iré con ustedes; pero más tarde, no iré', ellos no podrían llevarme ya que al siguiente día iban a llevar a cabo un gran festival en esa aldea. De esa manera yo me vería libre de cualquier compromiso. Yo esperaba que ellos me dijeran: 'Mañana te llevaremos'. Entonces, yo les contestaría: 'No, mañana no puedo, debo irme hoy'. Ese fue mi plan.

De esta manera, yo era muy sencillo, y abordé a los sadhus con mi informe. Cuando se los di a conocer, su respuesta fue muy inesperada. Mis palabras les produjeron mucha felicidad, y dijeron: '¡Muy bien, esta misma noche te llevaremos!' Así que esa noche ellos me robaron.

Robado por Krishna

Eran las dos de la mañana y nuestro viaje empezó al cruzar el río, en Nadanghat. A esa hora de la noche no había ninguna lancha para cruzarlo, así que, siendo llevado por el sadhu Jayadwaita Brahmachari, tuve que nadar el río, junto con él. Él era un discípulo de Prabhupad, Srila Bhakti Sidhanta Saraswati Thakur y vivía con Srila Guru Maharaj. Srila Guru Maharaj lo envió a él y a los otros sadhus para que predicaran en Nadanghat.

Tras algunas horas de caminar llegamos a las afueras del pueblo de Nabadwip y nos detuvimos. Le pregunté al sadhu Jayadwaita Prabhu: '¿Dónde está vuestro ashram?', y él me mostró una simple casa. En esa época aquí sólo había una pequeña construcción de tres habitaciones. Yo me sentí un poco decepcionado.

Desde mi niñez yo había leído el Mahabharat y el Ramayana y las descripciones del ashram de Vasista, del ashram de Visvamitra y de muchos otros. Conocía esas descripciones, pero este ashram no lucía como aquellos. Aquí sólo había una casa, y me sentí un poco desilusionado. El brahmachari explicó: 'Esta es una construcción pequeña, pero en su interior vive un gran, gran sadhu'. Al ver la casa no tuve sentimientos cordiales y felices. Pero ya había salido de mi aldea y no podía regresar. Me había comprometido, así que tuve que quedarme.

En ese momento Srila Guru Maharaj estaba caminando en la terraza, cantando en sus cuentas. Entonces Jayadwaita Brahmachari Prabhu me mostró: '¡Él es nuestro Guru. Ven!' Subí a la terraza y Jayadwaita Prabhu ofreció completas dandavats pranams y me dijo que también ofreciera dandavats. Entonces Srila Guru Maharaj preguntó: '¿En dónde encontraste a este muchacho?'.

Jayadwaita Prabhu dio una pequeña descripción, y al final dijo: 'De esta forma, este muchacho se ha unido hoy a su ashram'. Srila Maharaj dijo: 'Oh, este es un muchacho inteligente y bueno'. Él pensó: 'Si puedo educar a este muchacho, él será una buena arma para nuestra Sociedad'.

Srila Guru Maharaj me preguntó: '¿Puedes quedarte en el ashram?'. Me quedé sorprendido y pensé: '¿Porqué este sadhu me está preguntando, ‘¿Puedes quedarte?’ El que me haya venido a quedar es ya final, entonces, ¿porqué este sadhu me pregunta: ¿Puedes quedarte o no?' En ese momento, yo no tenía ni idea, pero le respondí: 'Sí, puedo quedarme'.

Primer ayuno

Eso fue en Nrsimha Chaturdasi, un día de completo ayuno. Nunca antes había ayunado. Después de haber recibido formalmente el tradicional cordón brahmínico yo seguía el Ekadasi y nunca comía granos en ese día, sin embargo, nunca había ayunado. Más bien en esos días de Ekadasi comeríamos alu-dham (un vegetal [subji] de papas) y algunas preparaciones hechas con leche. De esa manera observábamos Ekadasi, con muy buenas preparaciones las cuales tenían un sabor diferente. Pero aquí se me advirtió: 'Esto es Nrsimha Chaturdasi, no se te dará en lo absoluto nada de comer'.

En ese entonces yo no sabía nada acerca de Nrsimha Chaturdasi y habiendo caminado desde la medianoche, me encontraba muy hambriento, así que le dije a Jayadwaita Prabhu: 'Oh Prabhu, estoy muy hambriento', a lo que él me respondió: 'Hoy es un día de completo ayuno'. Le pregunté: '¿No puedo comer nada?' Él me dijo que podía comer alguna fruta. Pero, ¿dónde conseguirla? Señalé hacia un árbol de papaya cercano. Jayadwaita Prabhu me dijo: 'Sí, puedes comer una papaya, pero debes ofrecerle la mitad a la Deidad y el resto te lo puedes comer'.

Esa tarde, tras la adoración al Señor Nrisimha, me dieron mucho alu-dam, y al siguiente día hubo un festival muy bonito y mucho prasadam. En especial el arroz dulce (paramanna) estuvo realmente sabroso.

Después de dos días, regresó de Nadanghat el resto del grupo de predicadores, y me pareció que ya para entonces tenía muchos amigos aquí.

Srila Guru Maharaj me había visto, y fue mi buena fortuna que se sintiera muy atraído por mí. Él estaba buscando un muchacho que en el futuro pudiera ser como un Guru. Él tenía una formula. Se requería que ese muchacho determinado fuera un brahmín, inteligente, etc., con el potencial para ser un Guru. En ese tiempo Srila Guru Maharaj buscaba a alguien para prepararlo en continuar su sucesión discipular. Cuando me vio, me examinó. Él llamó a Krishna das Babaji Maharaj y a otros de sus amigos, e igualmente les pidió que me examinaran.

Cada uno de ellos le dio a Srila Guru Maharaj Maharaj un muy buen reporte acerca de mí. Entre ellos estaba Rama Didi, la hermana de Srila Guru Maharaj, quien todavía reside aquí en el Math ( Esta historia fue contada en 1998 — Editor) Ella recuerda todo. Rama Didi le dijo a Guru Maharaj: 'Sí, creo que este es un muy buen muchacho'. Srila Guru Maharaj también le dijo a ella: 'Rama Didi, mira a este muchacho; ¿será bueno o malo en el futuro?' Rama Didi dijo: 'Del futuro, nada puedo decir, pero ahora parece bueno'.

Al principio yo estaba un poco dudoso acerca de si lo que había hecho era correcto o incorrecto. Yo era muy joven y había tomado ya la decisión de dejar mi casa y unirme al Math, pero ciertamente ello había sido hecho por emoción, no por devoción. Al principio me sentía muy infeliz, pero después, cuando Srila Guru Maharaj me dio su misericordia, llegué a ser feliz.

De una manera u otra, aproximadamente después de un mes, fui con Srila Guru Maharaj al Distrito de Midnapore. Midnapore es el lugar donde se encuentra el Math de Sripad Jajavar Maharaj. Para ese entonces ya Srila Guru Maharaj había llegado a declarar que si podía preparar a ese muchacho, se convertiría en su sucesor. Entonces, surgió una fricción con los brahmacharis de nuestro Math, incluso con ese brahmachari que me leía el Bhagavatam, quien previamente me apreciaba mucho y que muchas veces me llevaba con él. Cuando ellos escucharon lo que Srila Guru Maharaj manifestó, todos se pusieron muy envidiosos y desde ese día comenzó mi vida de lucha.

De Midnapore nos fuimos enseguida a Puri, junto con Srila Guru Maharaj, para el programa del Ratha Yatra. Teníamos quince días disponibles y Srila Guru Maharaj nos envió para predicar a un distrito llamado Ganjam.

Después de ese programa de prédica, cierto brahmachari no quiso llevarme a Puri para el Ratha Yatra. Srila Guru Maharaj se puso muy enojado, y le envió un telegrama para que me llevara de inmediato. Realmente, llegamos apenas en el día del Ratha Yatra y Srila Guru Maharaja regañó a ese brahmachari: 'Él es un muchacho nuevo y no ha presenciado antes el Ratha Yatra, ¿porqué no querías darle una oportunidad de ver el Ratha Yatra?' De manera que lo regañó severamente.

En aquella época la regla en el Math era que un nuevo aspirante debía vivir un mínimo de seis meses aquí, antes de ser tomado en cuenta para la iniciación. Sin embargo, Srila Guru Maharaj rompió esa regla y me dio iniciación en el día del Ratha Yatra. Me llamó y me dijo: 'Ahora te voy a dar la iniciación'. Hubo una objeción de la otra parte –no directa, sino indirectamente–, pero a Srila Guru Maharaj no le importó. En aquella ocasión, en Puri Dham, me dio la primera iniciación. Srila Maharaj me advirtió: 'Cuando cantes, hazlo atentamente, y no pienses en checar el tiempo'.

Días activos en el Math

Yo trabajaba el día entero. Por naturaleza era muy inquieto, y siempre sentía que debía estar haciendo algo. No podía estar en ningún lado sin trabajar. Así que todo el día trabajaba, pues sentía que siempre necesitaba estar haciendo algo. Si nada había que hacer aquí en el Math, me treparía al alto bambú que servía como un asta de bandera, luego me bajaba y de nuevo me volvía a subir. Hacía esto en las tardes, mientras los demás descansaban o dormían. Yo no descansaba en ese rato. En otras ocasiones me trepaba a un gran árbol de mango.

Durante el primer año en que me uní al Math, hubo muchos mangos, y ávidamente me treparía a los árboles y comería mangos mientras me sentaba en las ramas. Todos se quejaban de mí, mas yo no tenía temor, es decir, era un muchacho aldeano –intrépido–. Y continúo siendo intrépido. Siempre siento que el Señor Shiva está conmigo, dándome su protección.

En mi juventud entraba en la selva donde había tigres, osos, y muchos otros animales peligrosos, sin embargo, cruzaba esa selva felizmente. Cuando vivía en las aldeas siempre sentía que tenía la protección del Señor Shiva.

Aún, hoy en día, siempre siento la protección del Señor Shiva; que Él siempre está cuidando a su propio hijo. Nací por una bendición del Señor Shiva, y debido a esta especial oportunidad soy una persona intrépida. Tal es el principio de la historia de mi vida.

El sirviente personal de Srila Guru Maharaj

Srila Guru Maharaj me aceptó y me dio su propio servicio (seva) personal. Me ocupé de todo el servicio (seva) personal de Srila Guru Maharaj, y él constantemente me enseñaba muchas cosas. Después de cerca de unos seis meses, tal vez un poco menos, Srila Guru Maharaj hizo arreglos para que estudiara sánscrito con un pandit que estaba viviendo en el pueblo de Nabadwip, y yo iría allí todos los días. Pero un dia, de repente vi a mi tío por el camino. Él me reconoció. Aunque en ese tiempo yo era un bramachari en ropa azafrán, de inmediato me reconoció. 'Oh, aquí estás. Te buscamos en muchos lugares pero no te encontramos, y aquí estás, en Nabadwip'. Yo le dije: 'Sí, sí, aquí estoy. Estoy viviendo en el Math. Por favor, venga al Math. ¡Por favor, por favor, venga! Estoy ahí'. Él me preguntó: '¿Dónde está tu Math?', y le dije la verdad.

Ese fue mi error. Si le hubiera dicho una mentira, entonces él no me hubiera localizado, pero le dije la verdad: 'Estoy viviendo en el Sri Chaitanya Saraswath Math'.

Al siguiente día, como a las 10.30 de la mañana, vinieron doce gigantes y mi tío, acompañados también de algunos panditas. Ellos se encontraban en Nabadwip en ese momento. Cuando llegaron yo estaba instalando una cerca enfrente del Math. Ellos me agarraron y trataron de llevarme por la fuerza, diciendo: 'Oh, aquí está nuestro muchacho'. Ellos intentaban llevarme y yo gritaba fuertemente: '¡Oh, me llevan! ¡Me llevan!' Con todo mi agradecimiento, en ese momento se encontraba allí un enorme goala (de la casta de lecheros), quien tenía mucho respeto por Srila Guru Maharaj y que también solía servirlo. Su nombre era Ashwini Ghosh. Lo llamé: '¡Ashwini, ellos me están llevando fuera de aquí!' Ashwini vino y los atajó: '¿Por qué se llevan a este muchacho?'

Ellos respondieron: 'Es nuestro, ¿porqué no hemos de llevárnoslo?' Ashwini replicó: 'Si ello es verdad, primero deben ir con Maharaj y decírselo, luego se lo llevan'. Ellos notaron que el goala era muy fuerte y que probablemente era un dacoit. En ese entonces, muchos de los goalas de aquí eran dacoits. Especialmente en esta área, habían muchas familias famosas de dacoits , y todos lo sabían. Así que mi tío y sus amigos no pudieron usar la fuerza, y tuvieron que ir con Guru Maharaj para platicar con él.

Srila Guru Maharaj les dijo: 'Si ustedes pueden derrotarme, entonces podrán llevarse a su muchacho, pero si no pueden vencerme, entonces deberán dejarlo, ¿de acuerdo?' Había tal vez unos tres panditas Vedantas, y cada uno de ellos se consideraba a sí mismo como un gran pandita (erudito). Ellos pensaban que: 'Sí, eso no será un problema', y estuvieron de acuerdo. Ellos regresaron al día siguiente, y fueron fácilmente derrotados por Srila Guru Maharaj. Lo volvieron a intentar dos veces más, en dos días, pero en cada ocasión fueron derrotados. Así que no pudieron llevarme, y tuvieron que comunicarle esas noticias a mi madre. Entonces mi madre vino aquí; de ese modo, ocurrieron muchas cosas.

'Este muchacho será mi sucesor'

Durante esa época, en el Math, unos cuatro o cinco de los brahmacharis eran muy poderosos. Tres de ellos eran particularmente cualificados y esperaban que uno de ellos fuera escogido para ser el Acharya de este Math, después de Srila Guru Maharaj. Pero cuando Srila Guru Maharaj declaró que: 'Este muchacho será mi sucesor', todos ellos comenzaron a pelear conmigo.

En ese tiempo teníamos una rama en Calcuta, en la casa de Srila Bhaktivedanta Swami Maharaj. Srila Swami Maharaj le había dado dos habitaciones a Guru Maharaj para predicar. Él fue el único capaz de inspirar a Srila Guru Maharaj para que dejara Nabadwip y fuera a Calcuta. También se habían hecho los arreglos con dos panditas para que yo estudiara gramática, el Kavya, el Vedanta, etc. También, todos los días Srila Swami Maharaj directamente me enseñaba muchas cosas. Realmente, Srila Guru Maharaj fue mi maestro, y su erudición se hallaba más allá de toda comparación.

Ese año nos quedamos allí durante tres meses, luego, en Vrindavan, por tres meses, y en otro lugar, por otros tres meses, así que siempre estábamos viajando por diferentes lugares. Todo el tiempo mi principal maestro era Srila Guru Maharaj, y adondequiera que íbamos Srila Guiru Maharaj siempre empleaba para mí a otro instructor más. En Vrindavan, mi maestro fue Visvambar Babaji Maharaj. El era un buen, muy buen babaji. No puedo creer cuán bueno era. Veinte años después, estando en Mathura, escuché que él todavía vivía, así que fui a visitarlo. Ese Babaji Maharaj, después de verme, me ofreció dandavats completas, ¿qué más puedo decir? Yo estaba muy sorprendido y atónito cuando vi a ese gran, gran babaji.

Todo mundo le respetaba como a un babaji pandita altamente cualificado. Le había ofrecido las dandavats de un brahmachari por cortesía, pero él me había ofrecido a cambio unas dandavats completas, lo cual me dejó sorprendido, y le dije: 'Babaji, yo soy su discípulo, usted es mi maestro. ¿Por qué hizo esto? Siento que cometo una ofensa al aceptar semejante respeto de usted'. Babaji Maharaj replicó: '¡Je, Baba!, viéndote a ti, siento que Mahaprabhu se encuentra frente a mí y le ofrezco dandavats a Mahaprabhu. Tú podrás ser mi estudiante, pero el verte me produce tal recuerdo de Mahaprabhu que no podía ofrecer algo menos. Ello no fue para crear una ofensa'.

He visto cuán humildes y tolerantes son todas las gentes en Vraja-Dham. Ellos toleran mucho, pero este Babaji tenía una mentalidad excepcionalmente renunciada. Aunque que él era un babaji sahajiya mi sentimiento fue el de ofrecerle dandavats. En ese momento la etiqueta habitual había sido temporalmente retirada.

En todo caso, somos seguidores de Srila Saraswati Thakur. Sin duda que el sendero de ese babaji era un poco diferente, con todo, yo no sabía cuán calificado era, por eso yo debía darle dandavats. De manera que le ofrecí respetos a ese babaji, pero me quedé muy sorprendido de ver su comportamiento. El fue mi maestro y me reconoció como su joven estudiante de veinte años atrás.

Atado por el afecto

A medida que pasaba el tiempo Srila Guru Maharaj me daba más y más afecto. Realmente, al principio, yo quedé atado por su afecto, y no por la Conciencia de Krishna. Fue sólo su afecto y su atención lo que me dió la excelente oportunidad de permanecer en esta línea de la Conciencia de Krishna.

Anteriormente supe tantas cosas acerca de Krishna, Mahaprabhu, Nityananda Prabhu, y del Pancha Tattva, debido a que nací en una familia brahmín Vaishnava en donde siempre tenían lugar tales discusiones. Tuve unos buenos antecedentes, pero ello no fue la causa de mi permanencia en el Math. La causa fue el afecto de mi Guru Maharaj. Después de entrar al entorno de la Conciencia de Krishna, fue Srila Guru Maharaj quien me dio inspiración, y a partir de entonces esa inspiración siempre ha crecido, no ha disminuído.

También recibí mucha ayuda, demasiada, de sus hermanos espirituales. Ellos fueron muy buenos y me dieron siempre un "alimento" substancial de la concepción Krishna. A través de ello tuve la oportunidad de no criticar ni maltratar a nadie. Hoy en día veo mucha crítica y maltrato a los demás, pero Srila Guru Maharaj siempre elogiaba a otros Vaishnavas y nunca criticaba. A veces, para protegernos y guiarnos nos daba alguna información acerca de ellos, pero de una manera muy honorable. Así que la posibilidad de que yo cometiera una ofensa contra los Vaishnavas era muy reducida.

Recibí muchísima ayuda de sus hermanos y hermanas espirituales, y de vez en cuando la hermana de Srila Bhakisidhanta Saraswati Thakur también venía para ver a Srila Guru Maharaj, y ella también (me) daría sus bendiciones.

Fue muy benéfico para mí el que, desde el inicio de mi vida aquí en el Sri Chaitanya Saraswat Math, bajo los pies de loto de Srila Guru Maharaj, recayera sobre mí la misericordiosa mirada de muchos caballeros y damas Vaishnavas.

Traducción de Anu Krishna Prabhu y Madhuchanda Devi Dasi

Revisión de Jai Balai Dasa

Srila Govinda Maharaja y su arribo a los pies de loto de Srila Sridhar Maharaja
y al Sri Chaitanya Saraswat Math en el Nrisingha Chaturdasi de 1947.

por Sripad Bhakti Sudhir Goswami Maharaj (publicado en su sitio de la red)

Una vez, cuando Srila Govinda Maharaj se preparaba para partir de Londres con rumbo a la India, se sentó para esperar mientras su comitiva se ocupaba en hacer sus maletas. Tuve la oportunidad de sentarme con Srila Govinda Maharaj y él empezó a reflexionar en voz alta: 'No se pueden imaginar cuán dichosa era mi vida antes de llegar a esta línea. Todos tenían mucho afecto por mí: todas las personas de mi aldea, los rickshaws-walas*, los animales –hasta las flores, los árboles y las plantas–. ¡Eso estaba más allá del cielo! Pero escuché a los sadhus diciendo esas necedades: ‘¡Tu madre es nada, tu padre es nada, este cuerpo es nada, el mundo es nada! Sólo Krishna es la realidad. Todo lo demás es material y temporal. Un día morirás y debes estar preparado para ese momento. Cuando tomas nacimiento, sigue la muerte. Después de muerto, ¿qué harás? No sabes cuando llegará la muerte o adónde irás. En la próxima vida tu padre y tu madre pueden ser un perro y una perra’. . . y mi vida cambió para siempre.'

Esos sadhus habían sido enviados por Srila Bhakti Rakshak Sridhar DevGoswami en una misión que dio a luz al futuro Acharya del Sri Chaitanya Saraswat Math.

'Eran las dos de la mañana y nuestro viaje empezó al cruzar el río, en Nadanghat. A esa hora de la noche no había ninguna lancha para cruzarlo, así que, siendo llevado por el sadhu Jayadwaita Brahmachari, tuve que nadar el río, junto con él. Él era un discípulo de Prabhupad, Srila Bhakti Sidhanta Saraswati Thakur y vivía con Srila Guru Maharaj.

'Tras algunas horas de caminar llegamos a las afueras del pueblo de Nabadwip y nos detuvimos. Le pregunté al sadhu Jayadwaita Prabhu: '¿Dónde está vuestro ashram?', y él me mostró una simple casa. En esa época aquí sólo había una pequeña construcción de tres habitaciones. Yo me sentí un poco decepcionado.

'Desde mi niñez yo había leído el Mahabharat y el Ramayana y las descripciones del ashram de Vasista, del ashram de Visvamitra y de muchos otros. Conocía esas descripciones, pero este ashram no lucía como aquellos. Aquí sólo había una casa, y me sentí un poco desilusionado. El brahmachari explicó: ‘Esta es una construcción pequeña, pero en su interior vive un gran, gran sadhu’ '.

Srila Guru Maharaj caminaba en la terraza, cantando en sus cuentas, y en ese momento Srila Govinda Maharaj se encontró con esa persona, de la que ha dicho: '¡Una sóla palabra de Srila Guru Maharaj es suficiente para hacernos sus esclavos para siempre!'

Srila Guru Maharaj (Sridhar Maharaj) coincide: 'Encontramos que una sola palabra que el Guru le de a su discípulo, una letra de una palabra, posee un valor infinito. No hay nada en este mundo tan amplio y tan vasto que pueda darse para liquidar esa deuda. Todos los recursos del mundo no pueden comparársele. Semejante vida es posible y semejante perspectiva puede adquirirse en este mundo por la gracia de Sri Guru y la verdad revelada'.

Aquel día Srila Govinda Maharaj dedicó cada átomo de su existencia a los pies de loto de Srila Bhakti Rakshak Sridhar Dev Goswami.

 

Nota del Editor: Rickshaw-wala: conductor de un triciclo, usado en India, con un asiento para llevar pasajeros.

Sri Chaitanya Saraswat Math, Nabadwip.
http://scsmath.com